Síndrome del Vicho

¿Qué es un síndrome? Conjunto de síntomas que se presentan juntos y son características de un una enfermedad o de un cuadro patológico determinado. Amigos lectores, vengo estudiando hace tiempo el fenómeno del Vicho. Nadie está exento de caer en él. Pero, al menos yo, tomaré precauciones. ¿De qué hablo? Del Síndrome del Viejo Choto. Vicho. Obvio que cambia de género si se refiere a las mujeres pero como estoy harta del todos y todas, nosotros y nosotras, digo Vicho porque me refiero al sustantivo síndrome que es masculino. Y bueh, es masculino, quéselevaser. Digo vicho no por machista o rabietillas politiqueras. Acá va, según yo y con la autoridad que me da ser la autora de este texto, las características del Síndrome. 1) Mujer, las remeras escote bote para mostrar un hombro se usan con bandó. Nada más. No le sumés al bandó deportivo, el corpiño tradicional porque los dos breteles se ven desprolijos. Una ayudita más: no copiés estilos, adaptalos a tu esencia. 2) A los hombres: ok, ok, ok. Los ojos son para mirar, chicos. Pero si, supongamos, en un acto, concierto, entrevista vos le mirás el culo y/o tetas a cuanta mujer entra, te fuiste al terreno del viejo choto. No volvés más. Nunca más. Porque las mujeres nos damos cuenta y al observar una conducta de esas te ponemos en el Archivo Window de: “A este, ni la hora”. Consejito: Ponete los lentes de sol, mirá con disimulo, usá tu creatividad. Dale, cuidá tu imagen de hombre viril. 3) Quedan absolutamente prohibidas las fotos de los hijos/nietos. No estoy diciendo que no se hable de ellos si te preguntan. O que no los tengas en un portarretrato en tu escritorio. Pero no saturés a la gente con vida y obra del pañal del Ignacito o de la pelea de tu hija con el novio, porque a nadie le importa. Sólo a vos. Viví tu vida, los hijos se las arreglan muy bien sin uno. 4) Hombres: los comprendo, juro que los comprendo. En un asado o cena se engolosinan hablando de sus imaginarias conquistas. Se convierten, por un rato, en grandes escritores de ficción. Y que se acostaron con esta, aquella y la otra. Pero eso es de vicho muy vicho: Remember: “El que mucho habla, poco aprieta”. 5) No, no, stop, estas frases no se usan: “Porque antes, en mi época, en mis tiempos”. La juventud necesita de modelos y, tal vez, el de tu generación sea un gran aporte. Pero no lo idealices, ofrecelo con humildad, hacé que te escuchen con una retórica equilibrada. Comportate como un sabio. No como un viejo choto. 6) Si la canalización del deseo ya no es a través del sexo, tampoco es cuestión de dejarlo de lado. Pero, encontrar placer a través de la comida y aumentar año a año la panza, los kilos y la grasa, no es saludable además de er de viejo choto. Practicá una actividad física en vez de andar criticando y quejándote. Estas dos últimas son de viejo choto. Amigos, lo breve, si es bueno es doblemente bueno. Hasta aquí llegó esta entrega de “El Olimpo Terrenal”. Si se quieren sumar con comentarios y característas del Vicho, se les agradece.