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Postales sanjuaninas de verano (2)

  • Alejandra Araya
  • 9 may 2016
  • 3 Min. de lectura

-Porque gracias al Ministro se ha podido llevar adelante este proyecto que legitima los auténticos valores de este cambio de paradigma. Estamos aquí asistiendo a la presentación de esta obra que fue realizada por la iniciativa del Ministro y que contó con el esfuerzo de todos que en la calle defendemos con los codo mucho más que dos cargos, en largas jornadas de trabajo que reivindican el hacer de un pueblo que ve cristalizadas sus aspiraciones. Las aspiraciones de un muchacho como yo que precisa exactamente un carguito de asesor definitivamente. Cuando el Ministro me convocó para tan noble tarea no pensé en el presente, sino en el futuro. Sólo las mentes inquietas como la del Ministro que buscan el bienestar de todos, logran sus objetivos. Plaf, plaf, plaf. En el acto de presentación, se encontraron Emilio y Oscar. El que hablaba era Gaspar, el hijo de Oscar que buscaba un lugar, no importa a quién tuviera que… loar. -Gracias por venir y acompañarnos, Emilio. Dijo Oscar. -Un placer, hermano. Gracias por acordarte de mí. ¿Así que tu hijo Gaspar se te ha puesto de novio? -La novia del Gaspi es la hija de Toño Briones. -¿Qué Briones? ¿Los de Pocito? -Sí, el Toño es el mayor. Después viene la Encarna que se quedó soltera, el Miguelito que administrando la finca se quedó con todo y la Carmen, muy bonitilla ella que se casó con el atorrantón del Casero. -¿Cuál Casero? ¿Ese que puso una parrilla en la Lateral de la Circunvalación en los ´80? -No, no. Este Casero que te digo es el hermano de ese. Este fue funcionario en la época de Escobar y de un día para otro, empresario el vago. Tiene varias agencias de autos en Chimbas y en Rawson. -Un amigo de la hija de mi vecina le compró un auto y era mellizo con otro. -¡Seeee! Si aquí, somos pocos y nos conocemos mucho. Es como decía mi viejo, nadie hace la fortuna honestamente, huom. ¿Auto mellizo? -No, no, el amigo de la hija de mi vecina es mellizo con otro. El auto perfecto, se lo regaló a la hija. -¿De tu vecina? -No, no, de él. En las presentación estaban los de aquí enfrentados con los de allá por ismos varios. A los de allá les parece previsible lo que hacen los de aquí por lo que están para no quedar mal pero no, no, no, de ningún modo soy de aquí. Ausentes sin aviso, los de más allá que al ser de Elite usan papel higiénico súper absorbente. Gaspar reaccionaba espasmódicamente a sus necesidades y coqueteaba con todos y no se casaba con nadie. Característica familiar heredada de Oscar que tuvo camaleónicas capacidades estereofónicas. Un saxofonista amenizaba la presentación. Malabaristas y luces de colores. Una pantalla con un video copiado de internet. Cual reos que han estado haciendo una huelga de hambre, los asistentes a la presentación se abalanzaron sobre sánguches, bocaditos, tostadas, empanadas y pinches de carne. Vino, agua, gaseosa. Gaspar sacándose fotos cual novia con la libreta en la mano. Emilio hablaba con la boca llena. Cuando se dio vuelta a saludar a una señora que contaba vida y obra de sus hijos, nueras y nietos, Oscar se escapó. Pero Emilio era de charla entretenida, se puso a conversar con el nuevo grupo en el que había caído. -Al Gaspi lo conozco así de chiquito, vecino de la vuelta de la casa de mis padres por la Córdoba. Me acuerdo cuando andaba con el culo al aire porque no quería usar pañales. -El Oscar fue novio de mi hermana. Dijo la señora. -¿Tu hermana? ¿La Mirtha? -¡Sí, exactamente! -¿Vos sos Mas, hija del Coco Mas que tenía puesto en el Mercado de la Gral Acha? -¡Claro! Mi hermana se peleó con Oscar y se casó con Gafe, el Turco que tenía Taller Metalúrgico en Concepción. ¡Dos hijas hermosas que ya están recibidas de la Facultad! Emilio se quiso despedir de Oscar y su hijo pero era tarde. Además ya había comido y bebido lo suficiente, por eso se fue a su casa. Su esposa lo esperaba y le preguntó al llegar: -Viejo, ¿qué tal la presentación? -Linda la actuación del saxo. Pero mejor temas yaseados, más populares. Sino la gente no entiende. El picadillo de las empanadas era viejo. -¿Y qué se presentaba? -Ah, qué se yo.


 
 
 

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