Palabrario

Que cada uno usa el léxico como se le da la gana y se hace entender, no hay dudas. Podrán decir, podrán hablar y murmurar y rebuznar se dice…se dice… Se dice: despareja y no dispareja, por ej. O se dice olimpíada y no olimpiada. ¡Se igual! Diría Minguito. La RAE, con el tiempo, aprueba el uso. ¿Por qué? Porque la palabra es jefa, nació para mandar. La palabra rica, espontánea y fresca modifica la norma, la ubica, le saca la soberbia. O, dicho de otro modo: la palabra mira fijamente a la norma y le dice: No te hagás la sabelotodo que en la cancha se ven los pingos. A ver cuál de las dos es más útil al hablante. ¿Y por qué la norma se modificada? Porque el lenguaje cambia, muta, se transforma permanentemente. ¡It´s alive! Lo que antes tenía un significado, ahora puede tener otro distinto o complementario. Quilombo significaba prostíbulo. Ahora la usamos como sinónimo de lío, problema, confusión. La palabra pendejo significa vello púbico. Obviamente que cuando decimos: -Tengo que buscar al pendejo (o pendeja) de la escuela no nos referimos al pelo. Para los jóvenes, chamuyo es sinónimo de mentira y el chamuyero es el que miente o fabula queriendo convencer. Recuerdo que en los ´80 la usábamos como sinónimo de ¿noviazgo? (O algo parecido) Esta columna es un humilde aporte sobre el lenguaje de los adolescentes. Probablemente haya ciertas diferencias dialectales entre jóvenes de distintas regiones. Los une esa sana rebeldía de usar las palabras libremente y sin bozal. Está en chocho: Dícese del pibe que está de novio y no acepta salidas con sus amigos. Se usa como sinónimo de gobernado. Chota: “Se fue a la chota”, se fue lejos. Vieja chota: mujer mayor que hace preguntas. O que dice: llevate una camperita por si refresca, nene. Choto: tonto, estúpido. Viejo choto: hombre mayor que comienza sus discursos diciendo: “Porque antes” o “Cuando yo era chico” o “En mi época” Culiao/a: Fórmula de tratamiento usada como sinónimo del nombre. Ej: Hola, culio. Hola, José. Chavón/a: pibe, piba. Ranchar, rancharse: Hacer una reunión, una fiesta, una juntada. Tomá Libertador: forma diplomática de mandar a la mier… a alguien. Paja, pajero/a: Falta de voluntad y entusiasmo para emprender un proyecto. Ej: estoy re paja para estudiar. (No tengo ganas de estudiar) Aguantame un toque: Esperame un minuto. Oggg: qué tierno, qué amor. Unflá: pasó todo muy rápido. Flashear: Verbo que puede significar sorpresa, o sumatoria de ideas, o una acción que esté relacionada con brillar. A la chapa: rápido. Ej: Venía corriendo a la chapa. Yuta: policía. Orillarse: Cuando una pareja se aísla del grupo para charlar y algo más. Es el equivalente de la frase ochentosa: “irse p´a los yuyos” Piola: Adjetivo masculino o femenino cuyo significado es: buena persona, buena onda, copado, que no se queja, que suma y no resta en el grupo. Cachi: Apócope de cachivache. Estoy cachi es sinónimo de estoy mal vestida, desaliñada, desprolija. Caravanear: Acción que significa salir de fiesta seguida. Se aplica a los fines de semana o cuando hay seguidilla de reuniones danzantes. Seguir de gira: Pasar de una fiesta a la otra sin dormir o con pocas horas de sueño. Dijo el chino: Expresión referida a lo poco creíble que resulta lo que dijo. Ej: Che, mañana me levantaré bien temprano. Quiero estudiar para la prueba de Matemáticas y hacer el práctico de Literatura. ¡Dijo el chino! Las palabras son mis herramientas de trabajo y las uso como tal. Ni amigas ni enemigas. Mis herramientas. Cuando me preguntan en medio de una cena: -Che, Ale, vos que sos Profesora en Letras, cómo se dice… Siento lo que (supongo) siente un Ginecólogo cuando en una reunión de amigos alguna mujer le hace una consultita del tipo: me ha salido un sarpullido acá ¿qué será? Para mí, el lenguaje es un misterio y tratar de desentrañarlo, un desafío constante. Alejandra Araya